lunes, 23 de mayo de 2011

Calma...




Me levanto, paseo, me siento frente a la enrejada ventana, vuelvo a estirarme en la estrecha cama. Una y otra vez, con un rutina, que podria deseperar al mas templado...pero yo hoy, puedo hacerlo, lentamente, como arrastrando mi razon, y es que estoy disfrutando de esa calma quimica que el batido de farmacos matutino me ha sido administrado, muchas veces, me niego a tomarlo y soy literalmente forzado a ello, pero hoy me he dejado invadir por ese letargo, que inunda mis venas y abotarga mi cerebro.
Aveces pienso, que esa calma artificial, deberia ser para mi una solucion, a esta triste vida...pues durante las horas que duran sus efectos, ni tan siquiera puedo pensar con lo cual mi sufrimiento, queda ahi suspendido, como en una nebulosa.

Divina calma quimica, que ha aceptado, mi otro yo, el indolente, el que no pelea, el que siempre, ha bebido la vida a pequeños sorbos, tan distinto al otro, el rasga, rompe, atropella, él que esta cargado de violencia...