martes, 10 de agosto de 2010

Lisa...





Frente a ella, la respiracion se me altera, se encabrita, como si una gran maquina de vapor fuera a estallar en mi pecho, en mi cerebro.
La observo, me molesta, me daña...
Me arrodillo para estar mas cerca, pero entonces aumenta su tamaño...
Me levanto y dejo de mirar, como deseando que desaparezca...
Pero cuando mis ojos vuelven a ella, esta ahi inmovil, inalterable...
No puedo, de debo dejar que mi cuerpo descanse entre las arrugas de esa sabana, pero nunca consigo que este totalmente lisa, y eso me altera, me acelera... me mata...