martes, 21 de septiembre de 2010
Blood...
No se que dia es, no puedo adivinarlo...
Abro mis doloridos ojos y lo que veo me hiela el alma, esa alma que crei haber perdido, entre mis desatinos y gritos...los cierro, pero algo interior me obliga abrirlos de nuevo. Esta vez, me ocurre algo terrible, aunque los cierro para no ver lo que rodea, sigo viendo atraves de la menbrana de parpados, mi cuerpo empieza a temblar, un frio intenso atraviesa mis venas, casi paralizandome...las paredes rezuman un liquido viscoso rojo, su olor me alerta, ese olor dulzon, que a nadie se le escapa, tan reconocible...!que contradiccion mas grande!, tememos la simple vision de la sangre cuando ella, es una de las partes mas importantes de nosotros mismos.
Pero es asi, nos aterra verla desparramada y libre del envoltorio que representan los seres vivos.
Sumido en el terror de mis celda acolchada, me someto a uno de los mas crueles momentos que mi enferma mente ha vivido...
Esa sangre empapa, las paredes, al principio solo son pequeñas manchas, pero luego la boata, va absorviendo el espeso fluido, y todo se va tornando rojo. Despues cuando alcanza el suelo, ese suelo sucio y roto que me rodea, va avanzando hacia mi.
Yo me encojo, sobre el colchon que descansa en una esquina de la celda, estoy literalmente como un ovillo tembloroso en el centro del mismo...el olor se hace insoportable, cada vez esta mas cerca y cuando creo que va alcanzarme, escucho un extraño ruido sobre mi cabeza, cuando alzo la vista al techo, este se ha abierto, y de él cae una fina lluvia grana que me empapa, hasta hacerme perder la respiracion, siento que me ahogo, esa fuente de vida que nadie quiere dejar escapar, a mi me esta matando, o por lo menos eso es lo que siento, poco a poco voy perdiendo el sentido,noto como mis fuerzas se alejan de mi...
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