Perdido, perdido en un mar de confusion, paso los dias, las semanas, los meses y los años. Apenas me quedan recuerdos de un pasado de libertad, pasear, durante la noche por mi ciudad, bajo la mortecina luz de las farolas,arropado por el ruido, y el frescor de las mangueras que riegan las calles antes de despuntar el dia...aquel dulce aroma de croisans que llegaba desde el callejon, donde se hallaba, el horno de la pasteleria de la esquina.
Aromas, visiones y vivencias, que han quedado ahi en un rincon de mi enfermo cerebro. Vienen y van como si de una vieja cinta cinematografica se tratara, aveces incluso parece velarse, y mis ojos ven, como en la enorme pantalla de mi mente las imagenes empiezan a desaparecer, ardiendo desde el centro para dejar paso a un grisaceo lienzo...entonces rompo a llorar, ya ni tan siquiera los recuerdos me traen algo de libertad, esa libertad que tengo perdida para siempre.
